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CLEMENTE PADIN.
Los Acontecimientos Artísticos-Sociales Mi interés con el arte de la acción nace a mediados de los 60 cuando, a través de la poesía experimental, intentaba hacer participar directamente al público en el acto creativo. Así propuse el ARTE INOBJETAL, tendencia artística y/o poética que intentaba valerse exclusivamente del lenguaje de la acción como agente expresivo. Por un lado, siguiendo el modelo de Ferdinand Saussure, la acción en sí misma, como "significante" y, por otro, la "significación" que el propio acto pudiera sugerir al público. Toda la propuesta, escrita en 1969, fue actualizada y publicada en 1975 en el nro. 1 de la revista Doc(k)s, Marsella, Francia y, más tarde, como libro: De la Representation a l´Action, por la misma editora. El 30 de setiembre de 1970, realicé en el hall de la Universidad de la República, mi primer acción (o performance) La Poesía Debe Ser Hecha por Todos en el marco de la exposición de ediciones de vanguardia organizada por la revista OVUM 10. Ese mismo día, además, realicé el Poema Demagógico de Edgardo Antonio Vigo. Mi propuesta sugiere que se debe hacer aquello que se pregona en y con la propia obra. Así, en mi performance El Artista debe estar al Servicio de la Comunidad (en el Museo de Arte Contemporáneo de San Pablo, 1975 y en la XVI Bienal de San Pablo, Brasil, 1981) hice cargar a los espectadores en un carro y los movilicé por toda la sala de exposiciones, explicándole lo que veían (sobre todo frente a algunos carteles con palabras claves, puestos por mí u otros). Es decir, no sólo a través de lo representacional (el título de la performance) sino a través de la acción misma, estaba realizando lo que proponía al sugerir que el artista está “al servicio de la comunidad”. Es decir, palabras que no sólo dicen sino que, también, hacen. ¿Puede el arte operar sobre la realidad político-social? En un temprano ensayo, “Arte en la calle” de 1990, hablo sobre las ideas de interacción social y la creación de una relación directa con la realidad: “Es [en el seno de la vida social] en donde los cuestionamientos artísticos pueden superar sus limites simbólicos y acceder a los cambios radicales no solo a nivel de la representación sino a nivel de la realidad misma.” Sin duda que ello es posible, aunque no directamente. El arte tiene su propia área de actuación, al igual que las demás dimensiones de la realidad: la vida social, la política, la religión, la educación, etc. pero, no están totalmente desamarradas entre ellas, al contrario, están interconectadas y lo que ocurre en una, repercutirá en las otras, sin duda. Los ejemplos abundan: cualquier cambio a nivel de la tecnología hace nacer nuevos soportes expresivos que alteran, por sí mismo, las formas artísticas. Una obra de arte conlleva en sí todas las esferas señaladas, sólo que en su caso, predomina el área estética por sobre todas las demás. Lo que se descubre para uno lo será para los demás: no podemos separar las áreas de la actividad humana en estancos separados, no son autónomas aunque el discurso del sistema se afane por hacérnoslo ver así. Lo nuevo, lo recién descubierto y nombrado, en cualquiera de las áreas de la actividad humana, exige su lugar bajo el sol y suplanta y sepulta lo perimido en los repertorios del saber social provocando cambios irreversibles en todas las áreas del conocimiento. Por otra parte, en algunas circunstancias como p.e., el bloqueo de las vías de comunicación social bajo dictaduras o gobiernos arbitrarios, el arte puede suplantar los circuitos sociales de información (recordemos Tucumán Arde) mediante sus distintos géneros, p.e., el canto popular, el teatro callejero, la radio clandestina, el video alternativo, la performance, las exposiciones sui generis, la creación de redes de comunicación, etc.
Los Acontecimientos Artísticos-Sociales Mi interés con el arte de la acción nace a mediados de los 60 cuando, a través de la poesía experimental, intentaba hacer participar directamente al público en el acto creativo. Así propuse el ARTE INOBJETAL, tendencia artística y/o poética que intentaba valerse exclusivamente del lenguaje de la acción como agente expresivo. Por un lado, siguiendo el modelo de Ferdinand Saussure, la acción en sí misma, como "significante" y, por otro, la "significación" que el propio acto pudiera sugerir al público. Toda la propuesta, escrita en 1969, fue actualizada y publicada en 1975 en el nro. 1 de la revista Doc(k)s, Marsella, Francia y, más tarde, como libro: De la Representation a l´Action, por la misma editora. El 30 de setiembre de 1970, realicé en el hall de la Universidad de la República, mi primer acción (o performance) La Poesía Debe Ser Hecha por Todos en el marco de la exposición de ediciones de vanguardia organizada por la revista OVUM 10. Ese mismo día, además, realicé el Poema Demagógico de Edgardo Antonio Vigo. Mi propuesta sugiere que se debe hacer aquello que se pregona en y con la propia obra. Así, en mi performance El Artista debe estar al Servicio de la Comunidad (en el Museo de Arte Contemporáneo de San Pablo, 1975 y en la XVI Bienal de San Pablo, Brasil, 1981) hice cargar a los espectadores en un carro y los movilicé por toda la sala de exposiciones, explicándole lo que veían (sobre todo frente a algunos carteles con palabras claves, puestos por mí u otros). Es decir, no sólo a través de lo representacional (el título de la performance) sino a través de la acción misma, estaba realizando lo que proponía al sugerir que el artista está “al servicio de la comunidad”. Es decir, palabras que no sólo dicen sino que, también, hacen. ¿Puede el arte operar sobre la realidad político-social? En un temprano ensayo, “Arte en la calle” de 1990, hablo sobre las ideas de interacción social y la creación de una relación directa con la realidad: “Es [en el seno de la vida social] en donde los cuestionamientos artísticos pueden superar sus limites simbólicos y acceder a los cambios radicales no solo a nivel de la representación sino a nivel de la realidad misma.” Sin duda que ello es posible, aunque no directamente. El arte tiene su propia área de actuación, al igual que las demás dimensiones de la realidad: la vida social, la política, la religión, la educación, etc. pero, no están totalmente desamarradas entre ellas, al contrario, están interconectadas y lo que ocurre en una, repercutirá en las otras, sin duda. Los ejemplos abundan: cualquier cambio a nivel de la tecnología hace nacer nuevos soportes expresivos que alteran, por sí mismo, las formas artísticas. Una obra de arte conlleva en sí todas las esferas señaladas, sólo que en su caso, predomina el área estética por sobre todas las demás. Lo que se descubre para uno lo será para los demás: no podemos separar las áreas de la actividad humana en estancos separados, no son autónomas aunque el discurso del sistema se afane por hacérnoslo ver así. Lo nuevo, lo recién descubierto y nombrado, en cualquiera de las áreas de la actividad humana, exige su lugar bajo el sol y suplanta y sepulta lo perimido en los repertorios del saber social provocando cambios irreversibles en todas las áreas del conocimiento. Por otra parte, en algunas circunstancias como p.e., el bloqueo de las vías de comunicación social bajo dictaduras o gobiernos arbitrarios, el arte puede suplantar los circuitos sociales de información (recordemos Tucumán Arde) mediante sus distintos géneros, p.e., el canto popular, el teatro callejero, la radio clandestina, el video alternativo, la performance, las exposiciones sui generis, la creación de redes de comunicación, etc.
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