jueves, 14 de agosto de 2008

POST: Juan Angel Urruzola
























"Yo me acuerdo...., los píxeles y la memoria"
Elgi esta frase de manera arbitraria, sin embargo tiene en alguna parte algo de la la tematica que en este período me tiene trabajando, los pixeles tienen la particularidad que si nos acercamos, y miramos muy de cerca perdemos totalmente el dibujo de la realidad, y correlativamente si nos alejamos la imagen se conforma e incluso se define con mas precisión, eso si, si seguimos alejandonos entoncese nuevamente comenzamos a perder la imagen se nos vuelve nuevamente borrosa.
Es una de las paradojas de la imagen fija digital.
Si nos acercamos llegamos a los cubos (pixeles) que representan entre todos ellos el todo (la imagen),
Se asemeja a la memoria ?
Con la imagen fotografica tradicional o analogica si nos adentramos llegamos a los granos de plata, tambien descubrieremos no cuadrados sino puntos, sin embargo la analogía también funciona, tal vez con la dieferencia que los granos de plata conforman trozos de imágenes que en alguna parte tambien conforman imágenes abstractas.
Los pixeles por otra parte tambien conforman composiciones abstractas si ampliamos un trozo de una imagen a 300 o 400%, claro es una abstraccion mas bien cubista (porque conformada por cubos) y la de una pelicula revelada podria ser un tipo de abstraccion “puntillista”, tal vez ?
Estos días estoy trabajando en la edición de unas piezas documentales de hijos de detenidos desaparecidos, ellos también tratan de acercarse a una historia que les fue escamoteada, robada, quieren acercarse para saber, para ver con el problema que a veces acercarse demasiado nos impide ver el conjunto, dice uno de los testimonios;
Hoy en día para mí es muy importante poder conocer la verdad por mis abuelos que buscaron treinta años y los siguen buscando por mí que me críe sin ellos, que nunca pude conocerlos y por mis hijos porque yo ahora tengo un hijo de cuatro años que ya me está preguntando por sus abuelos. Hace poco días me preguntaba por qué el no tenía abuelos o quienes eran mis padres o dónde estaban, por qué no estaban conmigo y bueno, yo podía contarle sobre quién eran a través de las historias que me hacen otros pero sobre dónde están o qué pasó con ellos o por qué no los tiene no tengo respuestas. No las tengo yo, no las tiene mi familia ni nadie para dármelas o para dárselas pero lo más importantes es que yo se que las personas que tiene las respuestas todavía están vivas y tengo las esperanza de en algún momento nos den lo que nos corresponde, ¿no? La verdad y lo que quede de ellos.
otro testimonio;
Imagínate, si. Es que yo no recuerdo nada, o sea. De hecho yo la verdad la supe recién a los siete años, la edad de mi hijo. Para mí mi papá había fallecido en un accidente de auto, fijate. Y bueno… nada. Después de a poco se fue armando la historia y se sigue armando la historia con cosas muy inconclusas, un círculo sin cerrar. Un motón de cosas que recién ahora se pueden conversar porque fue un secreto de familia durante mucho tiempo también y bueno… en fin.
Ese circulo sin cerrar del que habla nuestro testimonio, ese rompecabezas donde los cubos cuesta hacerlos encajar...
Lo del principio entonces;
"Yo me acuerdo...., los píxeles y la memoria"
Juan Angel Urruzola 11 de agosto de 2008
(recibido por mail en estos días)
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como consecuencia de la Guerra Civil Española (1936-1939) quedaron se calcula cerca de 70.000 desaparecidos, durante la contienda a menudo se fusilaba y enterraba los cuerpos, posterioremente el regimen franquista sistematizo esa politica de desaparecer los cuerpos de los detenidos que eran sacados de las carceles y fusilados al alba y enterrados cerca de los bordes de los caminos.
la llegada de la democracia a mediados de los 70 no trajo verdad y justicia y hoy cerca de 30 años después se sigue excavando en diferentes lugares para rescatar restos que posteriormente mediante examenes se confirman identidades.
Uruguay y España entonces se encuentran unidos como lugares donde lentamente la verdad se hace camino, independientemente del tiempo pasado y de las dificultades de la empresa.
unos meses después de instalada la fachada recibí unos correos de familiares de uno de los desaparecidos de quién yo había usado la foto para mi trabajo, decía así;

Estimado Juan Angel Urruzola:
No tengo el gusto de conocerle, soy una sobrina de Pedro Villasante Otegui, desaparecido del bando republicano, y que Ud ha tenido a bien incluir su fotografía en la Fachada del Centro Cultural de España en Montevideo.
No sabe los sentimientos que han aflorado en nosotros, cuando navegando por Internet, apareció el nombre de mi tío y su fotografía en relación con su obra, no puedo describir las sensaciones, por fin mi tío Pedro estaba en cierto modo en alguna parte, tanto mi abuela, como mi madre y ahora mi hermana y yo, hemos tratado de saber que pasó, pero primero el silencio temeroso, luego la impotencia ante la falta de información, nos ha hecho vivir con esta incógnita.
Parece que mi tío no existió, no fue ni hijo, ni hermano de nadie, de repente se lo tragó la tierra y ahora que Ud. lo haya incluido en su obra, es un poco como si hubiera vuelto a nosotros. No sabemos nada de él, a partir de la toma de Madrid. Ni el batallón donde militó, ni donde lo llevaron, ni donde esta su cuerpo. Generación tras generación lo hemos buscado, pero no sabemos donde.
Él era un ser noble, tan inocente como para atender una llamada del ejercito sublevado, para presentarse en una estación, donde les iban a poner un tren para volver a casa, los que se presentaron no volvieron nunca, y los que no atendieron esa llamada volvieron a sus casas, pero él dijo a un amigo que "él no tenía nada que ocultar, que no había hecho nada", y después el silencio.
Bueno no quiero cansarle más, reitero el agradecimiento de esta familia, que desearía poder estar en Montevideo para poder ver su obra y homenajear a nuestro tío,
MUCHAS GRACIAS. Mª Victoria Muñoz Villasante. Oiartzun (Gipuzkoa)
2ª carta Buenas Tardes: Acabo de ver su mail, muchas gracias por su envio, es impresionante que una persona, que solo estaba presente en nuestro pensamiento, cobre presencia de repente, es tan duro, que alguien desaparezca sin dejar rastro, y no lo conocí tengo 54 años, pero mi abuela y mi madre, murieron con la pena de no saber donde esta por lo menos su cuerpo.
Supongo que si Ud ha tratado este tema en Argentina, serán muchos los familiares, que le habrán hecho llegar, sentimientos como los nuestros, es frustrante que incluso ahora se quiera tapar, diciendo, que no hay que mirar atrás, yo no quiero venganzas, quiero noticias, mi familia lleva esperando y buscando noticias hace 67 años.
En fin no le canso más, es Ud. de forma directa o indirecta, la única persona que ha hecho algo por nosotros y por él, que he hecho que su historia sea de algún modo pública, después de tanto silencio. Muchas, muchas gracias, todos nosotros residimos en el Pais Vasco, donde él residía tambien, si alguna vez viene por aquí no dude que sera bien recibido.
Un abrazo. Marivi

“trabajos 2 miradas ausentes 2 Fachada del CCE”posteo completo en: http://urruzola.blogspot.com/
12 de julio de 2007
mas info:www.vascoloco.blogspot.com/

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“10 de mayo de 2008”Juan Angel Urruzola en AMORIR
Eran cerca de las dos de la tarde del sábado y como casi todos estos sábados AMORIR, recién sobre esa hora empiezan a llegar personas interesadas en la propuesta. Juan Ángel cortaba unos tomates, aprontaba los insumos para el almuerzo.
Desde dentro veo dos jóvenes arribar, una pareja supuse, los invite a pasar y ella me respondió para mi sorpresa: “a eso vinimos”, como si los reconociera extraños al lugar o al acontecimiento.
Entraron.
Unos segundos después, los observo parados en la mitad de la sala, quietos. Insistente, voy hacia ellos y les comento si conocían el lugar. Él responde: “yo soy el dueño del saco”. Ante mi sorpresa, sin entender de primeras que me estaba diciendo, insiste: “el saco es mío, yo tengo el saco, ¿leístes el texto… “El saco”?” En ese momento empecé a entender a quien estaba mirando. “Mi padre es desaparecido”, creo haber escuchado.
Aturdido, extiendo mi brazo hacia él y lo invito a acercarse a Juan Ángel, mientras este continuaba cocinando. Digo, “Juan, él es el dueño del saco…”
Conversaron brevemente. Me dedique a escucharlos.
El muchacho, Martín Castellini es hijo de Eduardo Pérez Silveira, “el gordo Marcos le decían…”.
“Desapareció acá, en el hospital Militar, es la última vez que se lo ve, el 10 de mayo de 1974”

alonso+craciun

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